SIN ENFRENTAMIENTOS, SIN MIEDOSegún los expertos, en la primera y segunda fase de la enfermedad, la hora del baño o ducha es uno de los instantes que más dificultad plantea a los cuidadores, ya que el enfermo, en ocasiones, se niega a colaborar. En este caso, recomiendan al cuidador que se tome con toda la calma del mundo la situación y busque estrategias que permitan afrontar el problema sin enfrentamientos con el enfermo y procurando crear una rutina o costumbre diaria respecto a la higiene.
El enfermo, explican, puede mostrarse agitado y agresivo, negarse a desvestirse o incluso a entrar en la bañera o ducha. ¿Por qué? Quizás porque la propia enfermedad le impida recordar cuándo se aseó por última vez; porque la apatía le hace perder el interés por actividades, entre ellas, mantenerse aseado y limpio; porque puede que sienta vergüenza al creer estar desnudo ante alguien que desconoce o también porque tenga miedo al agua o al ruido que ésta hace al caer, entre otras.
UN MOMENO AGRADABLE
Entonces, ¿qué se puede hacer para que el momento del baño sea un instante agradable? En primer lugar, no utilizar la hora de higiene como una amenaza, sino, al contrario, plantearlo como una recompensa o actividad alegre. Además, los expertos aconsejan no hacerlo de forma brusca o con prisas ya que el enfermo puede asustarse y negarse.
Asimismo, recomiendan que el baño (mejor ducha que bañera para evitar caídas) disponga de apoyos, sujeciones para brazos, superficies antideslizantes, asiento impermeable y plegable; así como realizar un calendario alternando la higiene completa con la determinadas zonas corporales. En este sentido, insisten en la importancia de la limpieza diaria en la zona glútea, genital y en los pies para evitar la aparición de irritaciones e incluso úlceras así como de la boca después de cada comida.
En cuanto al lavado del cabello, éste debe realizarse delicadamente ya que el enfermo puede interpretarlo como una agresión y es bueno realizar un masaje para estimular la circulación sanguínea.
Asimismo, hay que preparar con antelación todos los útiles necesarios (jabón, esponjas, toalla, secador, colonia) para no hacerle esperar y comprobar que no existen corrientes de aire o que la temperatura de la habitación o del agua es la adecuada para que se sienta cómodo. También, se le puede poner música que le guste para hacer el momento especial y agradable.
Los expertos resaltan que, en todo momento, se evitará que sienta vergüenza (en ocasiones se le puede duchar con una camiseta puesta para que no se sienta desnudo) y, para que no tenga miedo, antes de introducirle en la ducha le dejaremos que toque y compruebe la temperatura del agua.
Finalmente, recomiendan que, tras la higiene, se anime y refuerce positivamente al enfermo, haciendo que se mire en el espejo y felicitándole por su aspecto limpio y aseado; de esta manera, además de aumentar su autoestima, se sentirá útil y animado.
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A continuación, desde el campo del a enfermería os dejo unas recomendaciones en higiene que pueden sernos de gran utilidad en la atención de estos pacientes y
BAÑO-DUCHA:
- Animarle a no perder el hábito diario de la higiene personal.
- Instaurar una rutina realizando la higiene siempre a la misma hora del día.
- Instalar elementos de seguridad en el baño para prevenir caídas:
o Colocar barras laterales (asideros) en ducha/bañera y w.c.
o Eliminar alfombrillas sueltas.
o Usar jabón líquido en lugar de pastilla.
o Tener suelo antideslizante.
o Colocar alfombra antideslizante en bañera o ducha.
- Mantener la máxima privacidad posible, podría ser causa de irritación o miedo.
- Intentar que el baño esté a una temperatura adecuada para que no pase frío, evitando estufas para que no se pueda quemar.
- Comprobar que la temperatura del agua no esté ni muy caliente ni muy fría.
- Si el paciente está inestable o se cansa, utilizar una banqueta o silla de baño.
- En pacientes con dificultades de deambulación puede ser adecuado instalar un baño asistido.
- Al terminar el baño, es un buen momento para cuidar las zonas delicadas:
o Aseo de las uñas: vigilar que no se claven, cortarlas rectas, y evitar heridas especialmente en los diabéticos.
o Limpiar orificios (oídos, ombligo, etc.) que el paciente puede olvidar.
o Prestar especial atención en pliegues y mucosas que deben permanecer limpios y secos. Si se hicieran rozaduras o grietas, consultar a la enfermera o médico.
o Mantener higiene bucal: mantener la boca limpia y controlar que las dentaduras no provoquen llagas.
o Mantener piel hidratada: aplicar después del baño crema hidratante.
o Ayúdele a peinarse.
o Si el paciente es hombre, en el afeitado, utilice maquinillas eléctricas para tener menos riesgos.
o Si el paciente es mujer y siempre ha tenido la costumbre de maquillarse, el cuidador puede aprender a ponerle un poco de colorete o pintarle los labios.
Fuentes:
http://cuidadoalzheimer.com/atencion-alzheimer/consejos-para-el-cuidador-familiar-del-alzheimer-cuidados-basicos-i/
http://www.familialzheimer.org/cuaderno/consejos/ver/2
¿Unos consejos desde mi experiencia?
Llegado ya cierto avance de la enfermedad, con su consiguiente deterioro mental y motor, llega un punto en el cual es prácticamente imposible poder llevar a nuestro familiar hasta el baño y se hace necesario e incluso más cómodo para el enfermo asearlo en la cama:
-A poder ser, es preferible que la REALIZACIÓN DE LA HIGIENE CORPORAL se lleve a cabo por dos personas (cosa que lo facilita mucho más). Antes que nada, debemos utilizar por ejemplo un calentador para que la habitación esté a una temperatura agradable para el baño y preparar todo lo que vayamos a utilizar; después podemos a nuestra familiar en la cama o en una silla, a poder ser en una silla para evitar que la cama pueda humedecerse (protegiendo antes esta zona con salvacamas y con toallas). Una de las cuidadoras debe ocuparse de que el familiar no se caiga sujetándolo (con todo el cuidado posible, y procurando entretenerla hablando con ella, cantando si a esta persona le gusta.. esto ya depende de cada caso). La otra persona se encarga de la higiene, para ello puede ser útil utilizar un barreño con agua templada y esponjas jabonosas de un solo uso (son las que suelen usar las auxiliares en el hospital, nosotras las comprábamos en una droguería, suelen venderse en paquetes)
Hay que tener mucho cuidado de no hacer daño cuando se frota y se debe tener especial delicadeza en las zonas que lo requieran. Después de aclarar y secar a nuestro familiar, podemos peinarlo y echarle su colonia favorita (puede pareceros absurdo, pero por ejemplo en mi caso a mi familiar le encantaba este momento)
-A la hora de LAVAR EL CABELLO os recomiendo que tengáis a vuestro familiar acostado en la cama, que cubráis la zona que puede mojarse y, que si podéis, os ayudéis de dispositivos de apoyo como son las "bandejas para lavar la cebeza" o "lavacabezas hinchables", ya que pueden ayudar y mucho a facilitar esta tarea. Para aclarar el pelo, algo tan cotidiano como un barreño con agua templada y una jarra puede servirnos de utilidad
Espero que os sirva de ayuda.